Aplicaciones híbridas, nativas, sitios web responsive... ¿En qué se diferencian?
¿Quieres crear una app para dispositivos móviles, pero no sabes por dónde empezar? Si es así, seguramente el primer interrogante al que te enfrentes sea determinar qué tecnología se usará para su desarrollo. Dentro del abanico de posibilidades te encontrarás 3 muy llamativas: aplicaciones híbridas, nativas y sitios web responsive. Estas son sus diferencias, ventajas y desventajas.
Aplicaciones híbridas, nativas, sitios web responsive… ¿En qué se diferencian?
Apps nativas
Las apps nativas son aquellas que se desarrollan de forma específica para el sistema operativo en el que se van a ejecutar. De tal forma que, una misma app como podría ser Twitter o YouTube, en Android tendrá un desarrollo completamente desvinculado de su versión para modelos Apple, que tendrá un lenguaje de programación distinto.
Dentro de sus ventajas encontramos la posibilidad de aprovechar al máximo los recursos del dispositivo, ya que permiten hacer un desarrollo específico basándonos en las características del sistema operativo. Por esta misma razón, permiten crear mejores interfaces y ofrecer una mejor experiencia de usuario.
No obstante, requieren un desarrollo exclusivo para cada plataforma que se quiera abarcar, lo cual incrementa considerablemente los costes y los tiempos de ejecución.
Apps web responsive
En lo que a las apps web responsive respecta, se desarrollan con tecnologías de programación web. De esta forma, pueden ejecutarse en cualquier dispositivo sin importar el sistema operativo.
Sin embargo, también cuentan con algunas desventajas. No permiten ofrecer una experiencia de usuario a la altura de la alternativa app nativa. Además, los navegadores se ven limitados en cuanto a acceso a recursos y APIs del dispositivo para evitar brechas de seguridad y funcionalidades que podrían considerarse intrusivas. Por lo que su rendimiento se ve empeorado.
¿Y si mezclamos apps web responsive y nativas?
Tendríamos como resultado las apps híbridas, con lo mejor de cada una de ellas.
¿Cómo funcionan? Al igual que las apps web responsive, usan lenguajes de programación web, por lo que se desarrollan una única vez. La diferencia se encuentra en que se adaptan a cada sistema operativo, ventaja heredada de las apps nativas.
A pesar de que esto provoca que sus costos de desarrollo se vean incrementados, se quedan lejos de superar a los de una app nativa, y a cambio ofrece una ventaja prácticamente fundamental de cara a ofrecer una mejor experiencia de usuario.
Su desventaja más clara es su rendimiento, ya que es inferior respecto a las apps nativas al necesitar comunicarse con el servidor para renderizar cada página.
Pero, ¿cuál de las 3 es mejor?
La verdad es que cualquiera de las tres opciones puede ser tanto la mejor opción como la peor. A la hora de elegir, habría que tener en cuenta las características del proyecto y determinar cuál de las opciones se ajusta mejor a nuestras necesidades, teniendo en cuenta los pros y contras.
Si estás pensando en crear tu aplicación móvil y no sabes por dónde empezar, no dudes en contactar con nosotros. ¡Estaremos encantados de asesorarte!
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