Disrupción en las organizaciones. ¿Estamos preparados?

Disruptivo es un término que se utiliza para nombrar a aquello que produce una ruptura brusca. Una tecnología disruptiva es una innovación que genera la desaparición de productos o servicios que, hasta entonces, eran utilizados por la sociedad.

El ordenador fue una tecnología disruptiva que hizo que la máquina de escribir quedara en desuso. Otro ejemplo sería  la fotografía digital frente a la fotografía tradicional o los móviles respecto a los teléfonos públicos. Zara, en moda; Ikea, en los muebles; Legalitas, en la abogacía; Nesspreso, en el café… son otros ejemplos de empresas y modelos de negocio desruptivos.

Las grandes innovaciones surgen, sobre todo, en mercados saturados. Cuando parece que ya está todo inventado, surgen cosas que rompen completamente con lo establecido.

Me ha parecido sugerente un post de Enrique Dans, en el cual se reflexiona sobre avances tecnológicos, disrupción y organizaciones. De forma resumida dice que ante los grandes cambios tecnológicos que se producen cada día, las organizaciones tienen que prepararse teniendo personas que aprecien y sean sensibles a estos cambios. Ninguna empresa cuyas personas vivan ancladas en el pasado o que no crean en los cambios que provoca la tecnología puede adaptarse a un impacto disruptivo.

Por ejemplo, no hay forma de que un directivo llegue a entender las oportunidades de las redes sociales si no tiene un mínimo de interés y lo experimenta en su propia persona. La disrupción es algo que resulta esencial tener cerca y analizar en primera persona. Si tu empresa no es capaz de atraer personas a las que les guste estar en vanguardia de la tecnología o si las atrae pero no les permite expresarse, es que tu empresa tiene un problema.