Marketing real a la velocidad de la luz
Basándome en un hecho ocurrido la semana pasada en la final de la Superbowl, quiero compartir con vosotros la siguiente reflexión: Es más importante la adaptación a las nuevas situaciones que tener una bolsa gigante de dinero. El por qué de esta conclusión viene dado por una acción de marketing real ocurrida hace unos días.
Como seguramente habréis leído en los medios de comunicación, la final de fútbol americano (NFL), conocida como la Super Bowl, fue disputada el pasado domingo en Nueva Orleans (EEUU). En los EEUU este evento es el más seguido de todo el año y tiene los anuncios más caros por cada segundo de emisión. Un anuncio de un minuto en la final, supone pagar cerca de 8 millones de dólares.
Los anunciantes ponen todos sus mejores creativos para captar a la audiencia en ese duelo deportivo pero este año se produjo un hecho fortuito que es el que me ha llamado la atención y me ha ayudado a haceros ver que lo importante es la agilidad y la adaptación a las circunstancias. El hecho fortuito es que se produjo un apagón que obligó a suspender el partido durante 34 minutos.
Frente a marcas muy poderosas que gastaron millones de dólares por colocar sus anuncios, el responsable de marketing de la firma Oreo fue rápido, muy rápido diría yo, y subió un anuncio en Twitter muy sencillo pero a la vez muy viral “You can still dunk in the dark” (tú puedes mojarme en la oscuridad) acompañado de una foto de su famosa galleta. Eso tan sencillo y a la vez tan ingenioso tuvo 13.734 retweets e incrementó sus seguidores en 8.000 followers. (ahora tiene ya 16.014 retweets ). Solo por esto podemos decir que la capacidad de adaptación del departamento de marketing de Oreo vale muchísimo.
Esto es lo que llamamos Marketing en tiempo real y yo le añado marketing en tiempo real a la velocidad de la luz. Esta marca ha sabido adaptarse a un hecho imprevisible y lo ha hecho fantásticamente bien. Oreo había emitido un anuncio durante el partido antes de que se fuera la luz, invitando a la audiencia a visitar su cuenta de Instagram y votar si preferían su galleta o la crema de su sándwich de chocolate pero es este otro hecho el que les valdrá para ser recordados entre sus seguidores. El ingenio frente al dinero.
En esta final todo es a lo grande, se generaron 24,1 millones de tuits a lo largo de toda la celebración. La actuación de Beyoncé generó 5,5 millones de tuits y cuando cantaron juntas las Destiny´s Child llegaron a lanzar al cyberespacio 257.000 tuits por minuto.
Es cierto que en EEUU ahora la mayoría de los anuncios de TV en este evento tienen su hashtag frente a hace dos años que sólo uno lo tenía, pero es que la comunicación 2.0 va muy rápido y tenemos que adaptarnos. La clave es que ahora todos somos marcas, todos emitimos información y todo debemos hacerlo pensando en que debe ser compartido.
Si es fácil de compartir y los seguidores lo consideran relevante o emotivo o gracioso lo compartirán y habrá cumplido su función. Debemos de contar historias (atención a las tendencias del storytelling) y sabiendo la gran penetración de las redes sociales en todos los target, es como sumar 2 + 2. Si la gente quiere que la escuchemos, si la gente quiere compartir emociones y vivencias, démosle lo que nos pide.
La gente quiere que la escuchen y que le contemos historias creíbles, cercanas, reales, si queremos compartir un vínculo emocional con nuestros seguidores, este es el camino. Las marcas ya no deben persuadir a los seguidores/clientes con las características de sus productos.
Hay que crear experiencias, ese es el medio para llegar a ellos, pero ese no es el fin. El fin de nuestra relación sigue siendo VENDER. Vender contando historias con honestidad y con cercanía, empatizando con los clientes y ganándonos su afecto. Qué, ¿contamos una historia?
Esto no te lo puedes perder
Contenidos relacionados