¿Qué es la estrategia digital y por qué no se valora?
Si nos vamos a la definición formal del propio término estrategia, la primera pregunta queda casi respondida.
Estrategia viene del latín strategĭa, que a su vez procede de dos términos griegos: stratos (“ejército”) y agein (“conductor”, “guía”). Por tanto, podemos decir que la estrategia es el arte de dirigir las operaciones militares.
O dicho de otra manera, en términos no tan de ejército, la estrategia se compone de una serie de acciones bien definidas, planificadas, que tienen como objetivo final obtener los mejores resultados posibles siguiendo unas pautas de actuación.
En términos de marketing digital, ¿qué es la estrategia digital?
De la misma manera que una estrategia empresarial se centra en marcar los pasos que una compañía va a seguir para obtener los mayores beneficios, la estrategia digital es la hoja de ruta que permite sacar todo el potencial de las acciones que se realizan a nivel digital: generar más leads, tener más visibilidad, obtener más visitas a la web, ofrecer un buen servicio de atención, y un largo etcétera.
Si hoy por hoy sabemos que lo digital funciona, ¿por qué todavía se duda del término estrategia digital? Definir una estrategia y un plan de acción es casi más importante que tener un formulario en la web y que éste funcione correctamente.
Sin embargo son muchas las empresas que todavía piensan que definir una estrategia digital es perder el tiempo y el dinero, creyendo que no va a servir de nada porque ya saben perfectamente lo que tienen que hacer.
Podemos hacer una reflexión sencilla. En términos comparativos, una estrategia digital es como hacer una receta sin tener claro cuáles son los ingredientes a utilizar y los pasos concretos que hay que dar en el orden oportuno.
La importancia y el valor de la estrategia digital
De una manera muy global podemos decir que la estrategia digital se compone de tres grandes fases: definición del escenario estratégico (dónde estamos y dónde queremos ir), definición del plan de acción, ejecución de las acciones definidas.
¿Y qué aspectos se tienen en cuenta a la hora de trabajar la estrategia digital?
- Branding de la compañía: entendemos branding como todo aquello que proyecta la marca hasta conseguir una conexión emocional porque, estaremos de acuerdo en que, muchas de las decisiones de compra se basan en potentes conexiones emocionales
- Público al que nos dirigimos: quiénes son nuestros buyer personas, porque en función de sus gustos, necesidades, puntos de dolor y preocupaciones, les hablaremos de una manera o de otra. Y de la misma forma, realizaremos acciones acordes a cada uno de ellos, porque no todos necesitan lo mismo en el mismo momento.
- Objetivos SMART: si eres capaz de definir unos objetivos específicos, medibles, alcanzables, realistas y ejecutables en un tiempo determinado, no perderás el foco y serás mucho más efectivo y productivo en la definición de las acciones que debes llevar a cabo para conseguirlos.
- Competencia: si no sabemos lo que hacen nuestros competidores en el entorno digital, no vamos a poder diferenciarnos de ellos y por tanto seremos uno más dentro de un mercado repleto de oportunidades de negocio.
- Customer journey: una vez conocemos bien a quién nos dirigimos, debemos analizar, profundizar y dibujar todos los caminos que recorrerán nuestros buyer personas hasta alcanzar la conversión.
- Puntos de contacto: como consecuencia del anterior punto, veremos que nuestros buyer personas tendrán contacto con nuestra marca a través de diversas plataformas, que no necesariamente se centran en nuestra web. Hablamos de blogs, social media, email marketing, landings, descargables, publicidad, eventos, boca a boca, etcétera.
- Comunicación: cuál es la manera en la que nos vamos a comunicar, cómo va a ser nuestro tono, nuestro mensaje diferenciador, nuestra manera de conectar con nuestros buyer personas.
- Contenidos: en base a todos los puntos de contacto, debemos definir la tipología de contenidos que vamos a trabajar, y si parte de ese contenido radica en un blog, definir un calendario editorial es fundamental para no caer en el error de abandonar el blog por falta de ideas.
- Conversión: no debemos perder la oportunidad de alcanzar nuestros objetivos, por lo que definir todos los puntos de conversión dentro de nuestros entornos digitales resulta prioritario.
- Seguimiento y medición: sé que es un tópico, pero si nos olvidamos de medir, de revisar lo que funciona y lo que no, no podemos ser capaces de mejorar y en caso de ser necesario, definir otras tipologías de acciones.
Cuáles son las ventajas de tener una estrategia digital
Puede que todo lo que te haya contado hasta el momento te parezca teoría, pero hay estudios que demuestran que la definición y ejecución de una estrategia digital tiene múltiples ventajas que pueden ser beneficiosas para tu negocio:
- Aprovechamiento de recursos: si sabes lo que tienes que hacer, no pierdes el tiempo en probar acciones que quizás no te reporten beneficio. Al tener claros los objetivos, somos capaces de enfocarnos en acciones específicas para alcanzar nuestras metas.
- Mayor conocimiento del entorno: dado que debemos conocer a nuestros buyer personas y a nuestra competencia, podemos tener una imagen más clara de cómo es el mercado y nuestros potenciales clientes.
- Medición de resultados: al definir los objetivos que queremos alcanzar, somos capaces de medir si los estamos consiguiendo y si la ejecución de las acciones definidas es correcta o es necesario corregirla.
En definitiva, cuando hablamos de estrategia digital, sabemos ponernos en el lugar del que recibe nuestro mensaje y a veces podemos entender que dé la sensación de que una definición estratégica es humo. Pero nada más lejos de la realidad.
Definir hoy una buena estrategia digital, es ahorrar costes mañana y tener claro el camino a recorrer.
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