Todo comunica… y tu web también
¿Cuántos emails comerciales hemos recibido y no hemos clicado, directamente los hemos borrado, porque el diseño que nos proponían no nos ha convencido? No hemos querido jugar la partida con la marca. No nos ha emocionado, sólo hemos conseguido hacer un clic ► Eliminar
Ese mail y esa web no han conseguido su propósito: interactuar con nosotros, darnos a conocer sus servicios y tratar de alcanzar la conversión.
Esta situación suele llevar a muchas empresas que no conviven en internet de forma activa a abandonar, a no invertir, a estar estático en una posición de supuesto branding positivo (“ya tengo web donde digo lo que hago”). ¿Y qué? ¿Eso es todo?
Muchos empresarios, que no han entendido aún el potencial que ofrece internet para su marca, no ven las fortalezas y lo positivo de una relación duradera de su marca con este medio.
Otros invierten el primer mes una partida de su presupuesto, pero al no ver excesivos resultados deciden no “gastar más”. Aún no lo han entendido. No es “gastar”, es “invertir”. Y dale con los eufemismos… ¡Qué no!
Casi toda inversión hecha en marketing online para tu marca será positiva (hecha con cierto sentido claro está). Puede que no a corto plazo, pero seguro que a medio o largo plazo notas los resultados.
Invertir en tu marca en internet no supone únicamente tener una web estática con unos contenidos planos y mal redactados, que encima me la ha diseñado “el sobrino”. Porque, ¿quién no ha oído esa leyenda de que el mundo online está poblado de sobrinos que manejan “eso de internet”?
Lo cierto es que el pobre chaval le ha hecho a su tío la web como mejor ha podido, pero no domina las técnicas, no comprende cómo se mueve un usuario en Internet, ni piensa en la usabilidad, ni redacta unos contenidos interesantes y que capten la atención del usuario, ni optimiza el SEO de la página para que sea entendido tanto por buscadores como por personas.
Invertir en marketing online es apostar por tu marca en Internet
¿Qué espera el usuario de nuestra marca?
La inversión que realizamos por nuestra marca en internet ya de por sí nos define como empresa. Lo primero de todo, porque entendemos las claves de internet, sabemos que debemos apostar por esto. Lo segundo, se convierte en una herramienta más de atención al cliente. Tenemos, cuanto menos, formularios de contacto para que un usuario o cliente se ponga en contacto con nosotros para solicitarnos información o consultarnos una incidencia con el servicio o producto.
Con lo cual, esa empresa ya tiene garantizada una percepción diferente como marca por parte de su público objetivo, independientemente de a qué se dedique. Si le buscan está (el siguiente paso sería analizar cómo está), si le buscan le encuentran. Hemos superado el primer nivel: las personas tienen posibilidad de contactar con esa marca en internet.
Estar estoy, pero ¿cómo es la comunicación de mi marca?
Está claro que ése sería un primer paso a la hora de gestionar de forma eficiente la presencia de una marca en internet, pero no es poca cosa.
Una vez dado el paso de entender que el marketing online no es un gasto, es una inversión; hay que analizar cómo es la presencia de cada marca en la red. Y aquí viene el “todo comunica”, con énfasis debido a que, dependiendo de cómo sea nuestra presencia, de nuevo el usuario se llevará una valoración positiva, negativa o neutra de esa compañía.
Incluso muchas veces podemos llegar a pensar que “para tener esta presencia online, mejor no estar”. Tampoco hay que ser drásticos. Bastante con estar para muchos y autoconvencerse de que esto tiene futuro y el beneficio duradero para su marca (branding).
Porque el cómo estar tiene una solución más fácil que el no estar. ¿No lo crees? Mucho más que a la pregunta de ¿estar o no estar?
El caso es que un usuario accede a una página web y puede notar que algo no comulga con la percepción que él tenía de esa marca. O, si no tenía ninguna, entender que ya sabe por qué nunca había tenido contacto con esa marca. En cualquier caso, son usuarios o clientes potenciales perdidos.
Habría que analizar, junto con otros muchos factores, si esta tipología de usuario que accede a la web es público objetivo de esa marca, pero dejémoslo ahí. El hecho de tener un diseño malo, errores ortográficos en los contenidos o imágenes pixeladas o distorsionadas hace que la percepción de esa marca no tenga un alto grado de vinculación con el usuario al que ofrece sus servicios.
Las imágenes también comunican
Y es que todo comunica. Desde la fotografía de nuestra web, a los mensajes que lanzamos en los medios sociales. Incluso los que lanzan personas que sabemos que pertenecen a esa empresa. Todo influye para que el usuario saque sus propias conclusiones y decida interactuar o no con esa marca; lo que implica atraer posibles clientes y generar conversión, o perderlos para siempre.
El usuario no tiene la opción de borrar caché o cookies en su percepción de una marca
¿Para siempre? Puede que sí. El usuario no tiene la opción de borrar caché o cookies. Normalmente, cuando ha tenido una relación con una marca, si ésta no ha sido satisfactoria, es difícil que la retome, porque su backup siempre estará presente y su recuerdo no es fácil de borrar.Esto no te lo puedes perder
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