Sesgo de reciprocidad
Consiste en un principio de influencia por el que nos vemos obligados a corresponder los favores que nos han hecho, incluso cuando no los hemos solicitado.
Podría tener su origen en las antiguas redes que existían para compartir comida. Se enmarca dentro de las normas sociales y conlleva que mostremos tendencia a devolver un favor a quien nos ha ayudado de forma previa.
Origen: Robert Cialdini (2001)
Original: Reciprocity bias
Aplicaciones de sesgo de reciprocidad
Este sesgo se activa con factores como la entrega de muestras gratuitas de un producto.
Crear un programa de fidelización en torno a pequeñas recompensas también ayuda a incrementar la reciprocidad en los usuarios.
Se puede activar, asimismo, mediante un modelo freemium o realizando un excelente servicio al cliente antes, a lo largo y después de una compra.
Ejemplos de sesgo de reciprocidad
El sesgo de reciprocidad es muy empleado por las diferentes cadenas de supermercados, mediante la implantación de una tarjeta de fidelización o una oferta especial cada vez que el cliente acuda a la web o establecimiento.